jueves, 25 de octubre de 2007

Las piernas juntas
una arriba de la otra.
Mirandose entre ellas,
buscado su ombligo en los talones.
Las manos,
los ojos rotos,
la boca,
la cara rota,
hoy sin estrella.

Nada de lo que diga
va a ser nuevo.
Ya lo pensó un perro
mientras me olia
y seguia de largo,
aburrido.

lunes, 22 de octubre de 2007

Hoy


Una vez mas, sin nada q decir o hacer, el mundo se vuelve en mi contra.
Otra vez, el loco que esta en mi cabeza dice cosas sin sentido y cree en lo q puedo hacer.
Solo hoy no espero desaparecer en el olvido de la gente que no me conoció
Puede que alguna vez halla sido mejor persona de lo que soy.
No voy a ir a donde llegue porque no creo que este listo de nuevo.
Mis limitaciones cada vez mas al limite,
Y lo que no llego a ver, aun esta ahi.




tom

viernes, 19 de octubre de 2007

Obras Cosas

nose que tenia en mente, las horas ya habian pasado , y tu recuerdo un poco lavado por la lluvia y otro poco derramado por la piel, se fue porque llegaba tarde, o quizas...

aun pienso en si cambie las cosas de lugar, en si no es en vano querer volver a intentar... yo que sé, un dia si, otro si, otro no, a veces el, a veces vos, a veces yo

desde el deseo de arrancarme los brazos, hasta el exceso de no dejarte de abrazar, o de algun dia pensar en los dos, o de que es de mi sin vos

en una de esas te vuelvo a ver, o te vuelvo a decir esas cosas que te decia, como hoy, pero q no se las dije a nadie porque no estabas

y aca estoy, mirandoté en fotos, mirandome en vos


tom

martes, 16 de octubre de 2007

hoy

La muerte es lo que más transforma.
Las cosas.
La suerte de las cosas, y su alma.
Los olores del color
y su rutina
Las horas del día que se frenan
Y el pasado se hace uno con el día
Las viejas mañas y las viejas.
Los ojos ya sin ateojos
Y los anteojos sin ojos
Sin ver más que el mundo
del otro lado de un anteojo.
Sobre una mesa descansan los lentes
Junto a un vaso y una silla.
El espacio vacío.
Y el cuerpo en el espacio
El gusano que ya busca
Pero a nadie le interesa
Porque anida también en vida la memoria.
Que ya busca entre las calles
Que se frenan para verse las esquinas
Con el hombre que se queda
Y al que la muerte lo lleva.
Mintiendo sombras escondidas
Se ve la luz en el hueco
El monstruo de ecos
Tiene una voz pequeña
Y un enorme abismo
Que se salva con la vida,
Los otros hombros, los muchos,
los anteojos con ojos,
Los labios frescos, los otros dientes blancos,
Los miles de piecitos.
Hubo voces mudas y rasposas
Que con muerte se hacen vida y se hacen canto
Hubo gestos truncos y malhechos,
que con noche se hacen verdes.
A los miedos de la noche
Los despiertan las preguntas,
Las cabezas que se chocan y los pelos que se pegan
De las cabezas con anteojos, sin anteojos,
Y con vida.
Es inocencia la muerte cuando transforma.
Son horas que vuelven a ser horas llenas.
Sin tránsito, ni libros para viejos o pequeños.
Es despertar de un cuerpo ya sin vida
En miles de hadas de cuentos y ríos.
Calles angostas, vasos rotos, faldas,
Vinos, patas de gallo, gallos y ovejeros.
Viejos otros frescos dientes,
Crema con frutillas, crema con anís,
Marrones puertas que se sierran en otras décadas,
Se abren, bailan, mueren.
Cuando comienza la certeza
Termina en duda y en esbozo.
Si la muerte es lo que transforma,
Y es lo que más muta
A los árboles, a las hojas, a las piernas,
Los relojes.
De entre todo, y entre anteojos,
Con los ojos, con los labios, con el agua,
Con el día;
Ahí llega el amor.

por lucas. para mi abuela, marta, que andara por ahi, cantando.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Lluvia


una noche pense que no podia haber otra manera de seguir con las cosas, entonces decidí salir a la calle.
Llovia como nunca en cien años dice el diario de ayer, que nunca es el de hoy, xq siempre comenta noticias de ayer, y no es que compre el diario, pero el hombre que vive a la vuelta del basuerero estaba envuelto en el, y no creo que el tampoco compre el diario, solo le interesan las tiras comicas.
No tenia donde ir , ya que habia decidio cambiar las cosas. Noté que la lluvia no me gusta tanto cuando moja así, viste, lluvia de verano me dije, esa la de la gota gorda, la que cae y te duele, eso sentí, cada gota como una agresion personal del cielo asi mi. ja ! y buscar reparo fue una de las peores cosas que pude haber echo. si supieras lo que la gente hace los dias asi! Estan esas personas que no salen cuando llueve, podriamos definirlos normales, cuerdos, o como quieran, pero tambien estan esos, los que cuando llueve, salen.


tom

martes, 9 de octubre de 2007

Pedazos



Llevaban mi cuerpo
en un tren de manos.
Unas a otras se pasaban
mi cuerpo.
Riendo.
Lo empujaron hasta un escenario
y yo veía todo desde afuera,
descentrado.
Cómo ponían un gorro en mi cabeza
De colores.
Y me pintaban la cara.
Me pintaban con luces,
con sus colores.
Algunos susurraban.
Pero otros también gritaban
mientras comían de mi espectáculo
“¡Despojado!”, se oía.
Era lo que escupían
en mis dientes.

Ahora se fueron.
Solo quedó él, desierto.
Y sólo quedó el desierto
de sus soledades.
Se fueron yendo primero de a uno,
después en grupos,
mientras yo me volvía cada vez más invisible.
Vi como el último se iba,
con los brazos aburridos
y los ojos blancos.
Él ya ni siquiera miraba.
Pasé a su lado y soplé su pelo,
para ver que ya no le importaba.
Creo que ladeó la cabeza
confundiendo mi viento con el viento.

Me paré junto a mi cuerpo,
me habían dejado pintado,
disfrazado.
Despedazado.
En puntas de pie,
con frío,
me acerqué más a mi cuerpo.
Lo cargué y lo empecé a juntar,
durante un siglo,
pieza por pieza.
Saqué el gorro de mi cabeza,
sequé las pinturas
con la poca fuerza que me quedaba.
Me metí dentro,
y apagué las luces.

Conmigo,
repito esas voces que gritaban
Y contesto a su despojo:
la palabra es vacío.
Contesto a sus pedidos,
A sus súplicas casi.
Intentaban verme,
Pero ninguno de ellos,
ninguno,
se dio cuenta de que yo no estaba.
Yo puedo contar qué había
detrás de mis ojos.
Puertas del mundo,
allí vivía un viento seco
y niebla.

Se que la imagen del mundo,
por más grande que sea,
entra en mis rodillas.
Si las hubiesen abierto,
Si hubiesen hecho un hueco,
allí estaba:
la misma galaxia.
No sólo en las mías,
ahora lo sé.
También en las suyas,
Y en sus codos,
en sus uñas,
en sus hijos:
El universo.
Una y mil veces
Mirando desde arriba
Y siendo dentro.

El hombre,
llevando consigo,
sin querer saberlo,
primavera
y holocausto.





por lucas. 06/10/2007