sábado, 23 de febrero de 2008

Las teclas del bosque

Tu alma no vuela: sería vulgar.
Irá nadando
y serás lo que quieras.

Un oso.

Rompiendo la vida
del bosque
con tus garras.

Viendo con el mundo de tus ojos,
cuevas redondas,
un ciervo.

Clavando tus espadas,
sin quererlo,
en su espalda.

Desde el hueco de la herida,
entre carne,
seguro te distraen
el humo y el viento.

Con el hocico,
curvado en sonrisa,
anclado en sorna,
saldrás.

Respirando ritmo
sin saberlo.
Escribiendo las raíces rotas.
Con las patas,
las teclas del bosque.

Verás también un claro,
donde irás corriendo
a perder el pelo
y el invierno.

por lucas

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