viernes, 15 de agosto de 2008

Locurismo

1.
Subidísimos.
Descalzos.
Apretados entre tomas de luz y corriente fuimos raudos hacia arriba.
Carcomiedo y sinsoltura; como envueltos en un pimpollo estival.

2.
Ya no hizo falta el locurismo extremo ni la arremangada forma de hablar de pie.
Tan solo un cielo musicalmente musgo y acantilado.
Como aquel fuego sonoro que emigró despacio y quedó muerte, roca desinchada.

3.
Mis Hermanísimas paredes nivelaron los extremos de tu calle.
Las solapas de la acequia, de armiño y enredadera extrañaron perderse en tu puerta; paradísimas de musgos y romero.

4.
Deshielo, descielo, desnube.
Derramo gotas de agua para que me veas.
Deshumo, desvelo, descanción.

5.
Un reloj apocaliptísimo como agujero
La salvia empuja una aguja.
Finísima, tirana.
Ensimismadísima en si misma se retorcija con la otra, la ancha, la lenta.
La que no apresura la meta, a pesar de lo inevitable.

6.
El de barba, el Barbísimo, el hombre que estaba en el almacén.
Me dijo mi nombre y yo ni siquiera recordaba.

7.
Nos une una muerte y algo de vida.
Las queridísimas horas frente al fuego.
Las dramatiquísimas insufribles coreografías de los autos varados.
Y la lluvia.

por manuel alberto.
del ojo inexperto

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