viernes, 28 de noviembre de 2008

Bicho Bolita I (un cuento en partes)

En el sueño había una casa muy chiquita. Como un cuarto muy chiquito en el que había una vieja o un viejo con una mesa también chiquita como la casa o el cuarto. El viejo o la vieja tenía las uñas tan largas que las usaba para escribir con una tinta en un papel mientras tomaba el té. Agarraba con las uñas unos terrones de azúcar que se manchaban con tinta y los tiraba directamente en su boca, como yo había visto una vez que lo hacía Diana la de Invasión V con unos ratones. Después, sin dejar de mirarme, tomaba de a poco sorbos de café. Tomaba un sorbo y me miraba pero ahí era cuando la cara le cambiaba de viejo a vieja o de vieja a viejo. Había un mosquitero atrás de la mesa y un extractor en el techo como si ahí hiciera mucho calor y una fila de mariposas negras que caminaban desde el piso hasta la mesa y también se las metía en la boca a las mariposas negras. Me miraba el viejo o la vieja mientras se metía las mariposas negras en la boca. Algunas revoloteaban un poco pero después dejaban de moverse una vez que pasaban unos segundos adentro de la boca. También tenía un plato como con bichos bolita disecados que de a ratos se los metía en la boca. Pero a esos los elegía. Muchos los miraba y reprobaba con la cabeza, escribía algo con su uña en el papel y los tiraba. A mí todo eso me hacía como doler la cabeza y también algo me hacía arder las rodillas cuando giraba buscando una posición más cómoda.

CONTINUARá

por lucas

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