Sentado en el baño,
miré hacia abajo y lo supe:
mis pies eran montañas.
Estáticos, no debajan de moverse.
Se derretían y deambulaban por el piso frío.
Luz buscando el lago,
iban por la rendija de la puerta.
Luego vinieron el agua;
la cabeza (yendo de los pies a la montaña);
las manos;
el otra agua del des sueño.
por lucas.
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